La tradición de la procesión anual en El Rincón
En las afueras de La Habana, en el pueblo de El Rincón, cada 16 y 17 de diciembre se realiza una peregrinación que combina las creencias católicas y la santería afrocubana. Miles de devotos participan en esta ceremonia, formando parte de una tradición que honra a San Lázaro y Babalú Aye, considerados figuras fundamentales en la espiritualidad isleña.
El 16 de diciembre, la procesión inicia con la presencia de sacerdotes y feligreses, algunos caminando, otros arrastrándose o de rodillas, todos con el objetivo de cumplir promesas y rendir homenajes. Familias completas, incluyendo niños ataviados con collares y amuletos violetas, acompañan la marcha llevando velas y flores que representan a Babalú Aye.
Cuando llegan a la pequeña iglesia, la comunidad recibe una bendición y, en muchos casos, participa en una misa. La presencia de figuras religiosas, como el arzobispo de La Habana, Juan de la Caridad García, es habitual, y en ocasiones, incluso él mismo acompaña a los devotos en la ceremonia.
Significado cultural y religioso de San Lázaro y Babalú Aye
San Lázaro, venerado en el cristianismo, también es importante dentro de la santería afrocubana bajo el nombre de Babalú Aye o “El Viejo”. La figura del santo combina elementos de ambas tradiciones: en el catolicismo, San Lázaro es un santo milagroso, mientras que en la santería, Babalú Aye está asociado con las enfermedades y la protección contra ellas.
En la tradición afrocubana, Babalú Aye es considerado una deidad relacionada con las dolencias y la sanación, y recibe culto mediante ofrendas y ceremonias que buscan su protección contra epidemias y problemas de salud.
Contexto epidemiológico y situación social en Cuba
En los meses recientes, Cuba ha enfrentado una grave epidemia de dengue y chikungunya, transmitidas por mosquitos, que ha provocado al menos 47 muertes. Se calcula que aproximadamente 25.000 personas han sido infectadas por dengue, y cerca de 45.000 por chikungunya. La situación se agravó en medio de una crisis económica que afecta la capacidad del sistema sanitario, limitando la disponibilidad de medicamentos y recursos.
La pandemia de enfermedades y la crisis económica han llevado a que muchas familias acudan a las tradiciones religiosas en busca de protección y sanación. Lázara Salgado, una ama de casa de 39 años, expresó que, aunque no tienen medicinas, mantienen la fe como un recurso para afrontar la situación.
La influencia y sincretismo en la santería cubana
Babalú Aye en la santería está estrechamente vinculado con dos figuras católicas: San Lázaro, mencionado en la Biblia y asociado con la resurrección y la sanación, y un hombre pobre, cubierto de lepra, que lleva sacos de yute y está rodeado de perros. Este sincretismo refleja la integración de creencias y prácticas de ambas tradiciones, en las que Babalú Aye es visto como un orisha protector contra las enfermedades.
Entre las figuras presentes en los actos de ese día, se encontraba el campeón de boxeo Julio César La Cruz, quien se declaró devoto de San Lázaro y expresó su intención de pedir por la salud del pueblo cubano y sus seres queridos.
Perspectiva de los devotos
Para los asistentes, las peregrinaciones representan una esperanza en medio de la adversidad. Pedro Luis Echemendía, de 29 años, comentó que confía en la capacidad milagrosa de San Lázaro y llegó de rodillas al templo. La fe en estas figuras religiosas continúa siendo un elemento central en la vida de muchos cubanos, especialmente en momentos de crisis sanitaria y social.



